Jaque mate

Lo más triste de las despedidas es que da igual cuánto queramos retrasarlas, es el final no escrito de la vida. Y más vale aceptarlo, más vale hacerse a la idea desde el principio de la novela. Lo más triste de las despedidas es cuando decides llevar tú la iniciativa, cuando te das cuenta de que la nostalgia sólo pesa mientras la cargues sobre tu espalda.
Porque lo efímero es vivir de ilusiones, la ilusión de que esa cosa se va a volver a producir. Que no hay nada que te deje con ganas para siempre, y que solo te quede el recuerdo.

Fin. Mayo de 2012.

Chavales de Barrio

/ 22 de octubre de 2011 /

No soy de ninguna otra manera porque no he querido finalmente serlo, todas esas veces que me lo he planteado. No sería mentira decir que me he pasado noches llorando pidiendo por favor un cambio, o la muerte súbita. Odiándome por tener sentimientos, odiarme por tener que querer a alguien y odiarme aún más por importarme. No porque fueran malos chavales. Sé que no lloraría por nadie que no mereciera mis lágrimas, por muy cursi que suene: el orgullo me puede y me llevo demasiado bien con la indiferencia.
Pero nunca he aceptado perder ese caparazón que me aislaba del mundo por completo y me hacía mantener una doble vida, digna de Mata Hari o de los superhéroes de los cómics. No era una vida fantástica pero en el fondo, me gustaba. Aquellos diálogos interiores, y que nadie te conociera. Parecerá mentira, pero no quería que nadie me recogiera de aquella mierda en la que estaba metida hasta el cuello. Estaba ... ¿feliz? No. No era feliz. Pero nadie me hacía falta. Nadie de mi al rededor. Todos eran total y absolutamente prescindibles.
Es extraño, sin embargo, que cambiara todas mis miradas frías y mi asco por la humanidad por las conversaciones más absurdas, variopintas y fantásticas que he tenido y tendré en mi vida. Es decir, fue un cambio de lo más radical. No sé si te habrá pasado, pero es... como si te dieras cuenta de que todo lo que habías vivido con anterioridad eran colores muertos, pálidos, y la realidad estaba realmente pintada con rojos, azules eléctricos y amarillos fosforescentes.
"Se hunden tus barcos en mi mar de dudas."




Os presento a Vaivencida, espero que os guste. A mí me chifla no, mucho más que eso. Aquí está su myspace

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