Jaque mate

Lo más triste de las despedidas es que da igual cuánto queramos retrasarlas, es el final no escrito de la vida. Y más vale aceptarlo, más vale hacerse a la idea desde el principio de la novela. Lo más triste de las despedidas es cuando decides llevar tú la iniciativa, cuando te das cuenta de que la nostalgia sólo pesa mientras la cargues sobre tu espalda.
Porque lo efímero es vivir de ilusiones, la ilusión de que esa cosa se va a volver a producir. Que no hay nada que te deje con ganas para siempre, y que solo te quede el recuerdo.

Fin. Mayo de 2012.

Breve, extendible, pero suficiente.

/ 4 de marzo de 2011 /


Me gusta la lluvia, me gusta cantar, bailar, reír, llorar, sonreír, las segundas intenciones, los guiños, las palabras, el surrealismo, lo abstracto, el pesimismo, los narcóticos, elpoder de las palabras, las puestas de sol, los coches viejos y destartalados, las vacaciones de Pascua, los vaqueros ajustados, los cepillos de dientes eléctricos, los pinceles y pinturas acrílicas; Klimt es un genio, bueno, en realidad, es uno de tantos genios de la pintura, pero no pienso inmiscuirme más en esto, tengo tiempo para profundizar sobre ello otros días. ME encanta dar celos, sacar de sus casillas a la gente, ponerles nerviosos, los pelos de punta, que se les erice el vello, insultarlos, abrazarlos y decirles que son manejables a mi antojo; conversar horas y horas por teléfono, hasta que se acabe la batería del inalámbrico, y luego quedarme los últimos segundos pensando en cuánto tiempo más habría estado de no ser por que se ha descargado. Yo no ceno, desayuno por la noche, y engullo como un pato a velocidad negativa. Me gusta el helado de nata on nueces, el chocolate negro al 70 % de cacao, las galletas Príncipe, los barquillos, los espaguetis a la carbonara, los canelones de mi abuela, el arroz a banda, el puré de calabacín, cualquier plato mientras sea extranjero, la fruta brutalmente ácida, muy ácida, los zumos, la Coca - Cola Light, el jamón serrano, las tostadas con margarina, calentitas, de buena mañana; los yogures de fresa de Danone de toda la vida, las fresas con azúcar, los tiramisús, el flan de limón, el arroz con leche, la Nocilla y, en general, todo alimento bien cocinado y con buena pinta. No hay queja.
Me enamoro en automatico de los guitarristas, ah, son, cómo decirlo, debilidad. Sí, mi perdición. Tengo pendiente comprar una Stratocaster, o espera, ¿era una Telecaster? No recuerdo bien, el caso es que tengo que ahorrar mucho mucho mucho, lo que no será inconveniente cuando me haga una súper grupi y viaje por todo el mundo de gira, decida ser Elton John y compre regalos a todos mis cercanos por el simple placer de regalar. Eso sí, ya me compré una guitarra antes, española, no muy cara, tan solo para aprender, en un principio, pero, ah, allí está, en su fundita, sin abrir, sin afinar, mero objeto de decoración, un intento frustrado de complacer a un viejo familiar que siempre quiso que le tocara alguna cosa sencilla, pero nunca llegó ese día.
No, no me gusta la tortilla francesa, los huevos fritos sí, pero la tortilla francesa no; es sosa, simple y sin fundamento. Antes encontraba interesante el uso de las circunferencias goniométricas, ahora únicamente práctico, y prefiero no sacar el tema. También haría a Majo tragarse sus metáforas de trenes y sus miraditas de complacencia. Me gusta deletrear fluorescente, serotinina, libélula, coleóptero, sugestionable, ompilación, beneplácito, ribonucleico, lóbulo, etéreo, efímero, tentativas, aliento, soberbia y tú. Me sé de memoria algunos senos, cosenos y tangentes, fechas del reinado de Felipe IV, el nombre completo de Manuela, Jesus Of Suburbia de Green Day, los meses de cortesía, la situaión legal y efectos del LSD y el valor de la gravitaión universal en una fórmula de tantas de los problemas de Física, entre otras muchas cosas. Suelo acordarme de momentos y situaciones sin la menor relevancia aparente, pero que por razones quedesconozco se me quedan grabadas a fuego en la retina. Sólo se estudiar bajo presión, a última hora, a pesar de que he cambiado mi método de estudio. Nada de dejarlo todo para el día anterior, mejor prepararlo en un último momento antes de la hora del examen. El caso es que ni de coña sigo este consejo, y hasta ahora me ha ido bien y he obtenido resultados mas o menos satisfactorios.
Siempre he querido viajar a San Petersburgo, Liverpool, Estocolmo, Berlín, Londres, la Riviera Francesa, la Toscana, Mikonos, Creta, la costa Turca, Japón, India, Bangladesh, Sydney, Auckland, Seattle, el Orange County, París, Nueva York, Praga, e irme a vivir a Alabama, o a cualquier lugar perdido allí en la América profunda. Me encantaría tomarme un año sabático y viajar por todos esos sitios y más, llevar una vida bohemia, sin preocupaciones, a veces ajena a todo el mundo, a veces con un montón de extraños amigos con los que poder hablar de cualquier cosa, sentados, en un café en una calle cualquiera, o da lo mismo, cualquier sitio me valdría, con tal de que fueran ellos. Los amigos. Bueno, los amigos. No hay amigos perfectos, quizás en ello reside esa magia, ese... esa sensación de comodidad que no tienes con cualquier otra persona; el que no te importe para nada hacer el ridículo, es más, el ridículo es algo que se vuelve completamente rutinario con esa persona, aunque, ¿qué más da? Sois amigos. Los amigos están ahí, seas como seas. Y si no, no son amigos. Es fácil, es simple. Quien de verdad te quiere, te acepta. Quien de verdad te quiere te aprecia por cómo no eres.
Me gusta saber qué opina la gente sobre cualquier cosa, pero a veces no puedo evitar sentirme demasiado influenciada sobre esas opiniones, sobretodo, si hablan sobre mí, o algo mío. Digamos que mi toma de decisiones depende demasiado de lo que diga otra persona; en estos casos, hablaríamos de que soy fácilmente influenciable, que no manipulable, he de puntualizar. Creo ser así porque adoro el cambio, no pienso que nada sea estático, al contrario, ¿qué es eternamente estático? Nada, todo es un contínuo proceso que nos hace madurar. O no. El caso es que uno se lo crea. El poder de la autosugestión, propiamente dicho. Autosugestión. Debería añadir esa palabra a la lista de impronunciables.
Adoro los pequeños detalles. Me gusta fijarme en cosas que a lo mejor la gente no aprecia, como por ejemplo, las veces que estornuda Dani, cómo coger el boli al escribir, como se entrecierran los ojitos cuando estás a mitad de un auténtico ataque de risa, la forma de andar, de reaccionar ante un susto, un suspenso, un gol del equipo contrario, una sorpresa, una desgracia, cuando tus padres te dicen "vete a comprar el pan", cuando te pinchan con una agujita. Pequeños detalles.
Me cuesta expresar mis sentimientos. Me bloqueo. Es uno de esos momentos en los que no puedo evitar ser la más borde del mundo, lo siento, la gente lo llama imbecilidad, yo prefiero referirme a ello como acto reflejo, te hace sentir menos gilipollas. En fin, sigamos. No he encontrado solución a esto, aunque no me preocupa. En ocasiones, y al igual que la miopía, llega a ser realmente práctico. Mis emociones las dejo fluir libremente y sin tapujos, eso sí. He perdido la vergüenza a base de palos y ganas de reír, como comentan algunos allegados míos. Creo que el orgullo y la ignorancia resolverían cantidad de nuestros problemas y nos evitarían muchos padecimientos. Pero cumplo las promesas y me encantan los retos, así que he dejado de poner en prática lo anterior por ciertos acuerdos entre compañeros en los que decía que tenía que "sentir" (suena tan moñas) porque en caso contrario me iba a volver aún más fría de lo que soy. Que no es mucho, pero bueno, a ojos de los demás siempre es suficiente.


Adoro mi Papermate Stick 2020, mi libreta de Oxford, las hojas cuadriculadas tamaño folio de 56 gramos, finitas, da gusto escribir en ellas; los bolígrafos de colores, algunos subrayadores Faber Castell como el que tenía Diana en Primero de Secundaria; el olor a típex, los permanentes, mancharme las manos de tinta y llenármelas de palabrejas y chorradas varias, "Asdfghjkasdf" "Traer trabajo reli" "Confir", para luego mirarlas, reírme, frotármelas con jabón de coco y aspirar el aroma. Siempre tengo el pupitre hecho un maldito desastre. Adoro decir maldito, e interrumpir constantemente con cosas de haen perder el hilo de los acontecimientos. Y mi agenda está llena de frases, pasajes de libros, conversaciones microguionadas, palabras raras, azareñas, cé-pé-eles, letras de canciones y las propias canciones, por lo menos una por cada día del año, aunque suelen ser varias. orto, pego, copio, busco, CTRL + W, CTRL + R, CTRL + Z, las incoherencias son deliciosas, sugerentes, espontáneas y adorables, la vida es una suesión de inconexidades que juntas pueden llegar a formar alguna forma abstracta, lo que nosotros denominaríamos "sentido existencial", aunque no deja de ser una mera gilipollez que nos da que pensar durante ciertos espacios de tiempo vacíos. Todo tiene que ver con todo, todo es relativo y a su vez, sujeto a la subjetividad de las personas. Nada está nunca completamente claro, nada es absoluto, pero, si nada es absoluto, entonces, esto puede que sea absoluto? Pero, absoluto es algo a su vez absoluto! Oh, adoradas conjeturas paradójicas. Nunca son suficientes. (o mejor dicho, nunca relativamente son suficientes). Paradojas, ironías, sarcasmos, hipérbaton, hipérbole, adjetivación variada, ojos desorbitados, éxtasis, la recién adquirida costumbre por prescindir de nexos copulativos, amor por la yuxtaposición, simbolismo, Rimbaud, Cortázar, ernuda, Miguel Hernández, frases cortantes, con dobles sentidos, para leer entre líneas, con indorectas, sin ellas, con o sin sentimiento, eso es lo de menos,mientras lo digas en el Barrio Latino de París. Digamos que así es como me gusta decir lo que pienso. ¿He dicho que soy escéptica? ¿Que no hay mejor respuesta a una cuestión que una nueva pregunta? ¿Que no hay razón sin dolor, que el dolor es placer, que el placer es felicidad, y que la felicidad se encuentra en un pedazo de chocolate? ¿Que he aprendido a saltar de tema en tema como lo hacía Mac Arthur de isla en isla en el Pacífico? ¿Que falacia no es lo mismo que felación? Ni espero que me entiendas ahora, ni que entiendas lo que digo. Es más, ni si quiera séporqué estoy diiendo esto. Pero lo dicho, dicho está, no hay marcha atrás. Así que digamos dot point.
No.
Full stop.
Eso está mejor.

1 coliflores:

{ Irene } on: 4 de enero de 2012, 23:26 dijo...

Te va a parecer raro quizas, pero nunca habia encontrado una persona con la que tuviera tantas cosas en común y me apetece hablar contigo jajaja tienes facebook, tuenti...? un beso!:)

 
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