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Lo que no sabe es que realmente perdió la conciencia entre un millón de minutos de disculpas, de ensoñaciones absurdas y cafés con leche. Él pensaba que conocía, que sabía, que su pequeño mundo limitado era tan sólo eso, un pedazo de tierra "sobrecaminado". Pero no siempre se reduce todo a lo que se ve. A veces... A veces lo que es realmente importante se oculta tras lo que no se aprecia a simple vista. Tras las mentiras. Tras las medias verdades. Tras esas palabras que mira, no piensas decir, pero ahí están, agarrando la verdad como pueden.
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