via maligaga
Pues no me importaría una llamada tuya, de ésas que son a deshoras. De ésas que son a las siete de la mañana y me hacen sonreír, incluso de madrugada, si nos ponemos exigentes. Aunque también me valdrían de esas perdidas que suenan en Nochevieja y nadie se entera. Cualquiera, lo prometo. Y es que cualquiera me vale o valdría.
¿Qué quieres que te diga? Me gustaría estar allí. En ambos lugares a la vez. Me gustaría dividirme por la mitad, que fuera verano, invierno, cualquier época del año. Tener cada pie a setecientos y pico kilómetros el uno del otro y reírme a carcajadas por cosquillas, unas en las piernas y las otras en el cuello. Como si son cien cañones por banda, viento en popa a toda vela o si somos como un completo desconocido. A mi que me cantes Come as you are no me emociona igual que si tienes un blues para mi, pero existe en tu encanto algo que me llama la atención, después de todo. Submarinos amarillos, de los que pasan o los que están por pasar, o eso creo.
No pienso (en absoluto) que me eches de menos. Pero aún así, te acuerdas de mi. Pues bien, esta noche dejo el móvil encendido... por si te apetece.
1 coliflores:
Genial el texto, me encantó el final: "Pues bien, esta noche dejo el móvil encendido... por si te apetece".
Un guiño desde:
http://lo-que-perdi-en-el-desvan.blogspot.com/
Publicar un comentario