Jaque mate

Lo más triste de las despedidas es que da igual cuánto queramos retrasarlas, es el final no escrito de la vida. Y más vale aceptarlo, más vale hacerse a la idea desde el principio de la novela. Lo más triste de las despedidas es cuando decides llevar tú la iniciativa, cuando te das cuenta de que la nostalgia sólo pesa mientras la cargues sobre tu espalda.
Porque lo efímero es vivir de ilusiones, la ilusión de que esa cosa se va a volver a producir. Que no hay nada que te deje con ganas para siempre, y que solo te quede el recuerdo.

Fin. Mayo de 2012.

Everlong

/ 3 de febrero de 2012 /

Pues no me importaría una llamada tuya, de ésas que son a deshoras. De ésas que son a las siete de la mañana y me hacen sonreír, incluso de madrugada, si nos ponemos exigentes. Aunque también me valdrían de esas perdidas que suenan en Nochevieja y nadie se entera. Cualquiera, lo prometo. Y es que cualquiera me vale o valdría.
¿Qué quieres que te diga? Me gustaría estar allí. En ambos lugares a la vez. Me gustaría dividirme por la mitad, que fuera verano, invierno, cualquier época del año. Tener cada pie a setecientos y pico kilómetros el uno del otro y reírme a carcajadas por cosquillas, unas en las piernas y las otras en el cuello. Como si son cien cañones por banda, viento en popa a toda vela o si somos como un completo desconocido. A mi que me cantes Come as you are no me emociona igual que si tienes un blues para mi, pero existe en tu encanto algo que me llama la atención, después de todo. Submarinos amarillos, de los que pasan o los que están por pasar, o eso creo.
No pienso (en absoluto) que me eches de menos. Pero aún así, te acuerdas de mi. Pues bien, esta noche dejo el móvil encendido... por si te apetece.


1 coliflores:

{ Ginebra } on: 5 de febrero de 2012, 18:02 dijo...

Genial el texto, me encantó el final: "Pues bien, esta noche dejo el móvil encendido... por si te apetece".
Un guiño desde:
http://lo-que-perdi-en-el-desvan.blogspot.com/

 
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