Jaque mate

Lo más triste de las despedidas es que da igual cuánto queramos retrasarlas, es el final no escrito de la vida. Y más vale aceptarlo, más vale hacerse a la idea desde el principio de la novela. Lo más triste de las despedidas es cuando decides llevar tú la iniciativa, cuando te das cuenta de que la nostalgia sólo pesa mientras la cargues sobre tu espalda.
Porque lo efímero es vivir de ilusiones, la ilusión de que esa cosa se va a volver a producir. Que no hay nada que te deje con ganas para siempre, y que solo te quede el recuerdo.

Fin. Mayo de 2012.

1 of 366

/ 1 de enero de 2012 /



Primera Parte. 
"Nada mejor que leer acerca de los problemas de los demás para olvidar los propios"


La Nochevieja más extraña e inesperada de mi vida. In a few words.
Por alguna razón, dije, "Esta noche voy a caerme por los suelos, voy a ponerme cieguísima". Bien, querido Karma, te tomaste demasiado al pie de la letra estas palabras. En exceso, diría yo. Acabé bebiéndome hasta las copas de los árboles, como en esa canción de Violadores del Verso, y cubata tras cubata, chupito tras chupito, lo último que me queda de esa noche son dos horas completamente en blanco, de las que no recuerdo nada en absoluto.
31 de Diciembre.
11:00 - Estación de autobuses, y todas las ganas del mundo. Nosotras cuatro, no hacía falta más. En una hora y media ya estaríamos en nuestro destino. La noche más esperada de los últimos tres meses, sin duda. La euforia era patente, estábamos muertas de ganas. No parábamos de hablar de qué haríamos, qué diríamos, cómo nos arreglaríamos. Anécdotas varias, suposiciones, ilusión, mucha ilusión. ¿Qué quiere decir hipócrita? La fantástica nueva risa de Majo. La camiseta de los Rolling. Risorio, chacho, acho, etcétera.
Y llegamos, al fin llegamos. Ni la mitad de frío de lo esperado, por lo tanto las expectativas mejoran aún más, si es posible. Menuda noche la que nos espera chicas... Nuevos compañeros, Red Zeppelin y una tal Naranja Mecánica, que más tarde se empeñaron en acompañarnos durante buena parte de la noche. La perdición, sea dicho por adelantado.
Pero las horas apremiaban, y entre unas cosas y otras, también llegaron los Reyes Magos con cuatro (tres) regalitos. Y aún más risas, y aún más felices. Y volaban las serpentinas, y nos tirábamos por el sofá. ¡Al suelo! Y caíamos, rodadas, sin parar de decir estupideces. ¿Y qué si nos comportábamos como niñas? Tenemos dieciséis, diecisiete años. Si no aprovechamos ahora, ¿cuándo lo haremos? Hay que cerrar el año como Dios manda.
Comemos, proponemos planes alternativos. Queremos divertirnos antes de que volvamos para arreglarnos. Intentamos atar cabos, solucionar disputas y peleas antiguas. Parece que todo está saliendo bien, somos un buen grupo, me siento parte de ellos.
La tarde se hace patente a las seis y media. Sesión de peluquería, sesión de maquillaje. "Mirad mi abrigo" "¿Qué te parece mi blusa?" "No me gusta cómo me está quedando el pelo..." "Pues yo necesito tres horas para arreglarme, tranquilamente"

0 coliflores:

 
Copyright © 2010 melt, All rights reserved