Jaque mate

Lo más triste de las despedidas es que da igual cuánto queramos retrasarlas, es el final no escrito de la vida. Y más vale aceptarlo, más vale hacerse a la idea desde el principio de la novela. Lo más triste de las despedidas es cuando decides llevar tú la iniciativa, cuando te das cuenta de que la nostalgia sólo pesa mientras la cargues sobre tu espalda.
Porque lo efímero es vivir de ilusiones, la ilusión de que esa cosa se va a volver a producir. Que no hay nada que te deje con ganas para siempre, y que solo te quede el recuerdo.

Fin. Mayo de 2012.

Vienna

/ 10 de noviembre de 2011 /
Porque me echaría tardes enteras riéndome contigo, sólo contigo. No necesito a nadie más, me bastan dos segundos para reconocer que el Universo es infinito y no me importa, si estoy a tu lado. Que no existen las personas perfectas, pero tampoco es necesario, ni lo busco, no busco la perfección. Ya no la busco, porque lo que importa no es lo que tú desees, sino quién es el que puede hacer que busques esto o aquello. 
Porque me doy cuenta de que podría quererte si quisiera, y odiarte si te odiara. Y nada cambiaría, seguirías siendo el mismo. Me enredo en tus manos, en tu pelo, y seguiría encontrando las mismas respuestas. Si eres mi dosis diaria de heroína. Si no caben más palabras en un minuto de conversación. Que no me quedan más caricias ni besos. Que sólo te quiero a tí, a tí entero, con todo lo que venga y ha venido y esté por venir. No me importa si lo has pasado mal, si no eres como los demás creen que eres. No me importa, en absoluto, el daño que te hayan podido causar. Sólo quiero verte, verte, verte, verte, y que me perdones por ser estúpida. Quiero abrazarte y no soltarte. Te prometo un siempre, un imposible. Te prometo que dan igual los días, las semanas, y los kilómetros. Voy a darte lo que tú me diste, voy a dejar que me cuides, y te quiero. Te quiero. ¿Me has escuchado? Te quiero.



0 coliflores:

 
Copyright © 2010 melt, All rights reserved