Jaque mate

Lo más triste de las despedidas es que da igual cuánto queramos retrasarlas, es el final no escrito de la vida. Y más vale aceptarlo, más vale hacerse a la idea desde el principio de la novela. Lo más triste de las despedidas es cuando decides llevar tú la iniciativa, cuando te das cuenta de que la nostalgia sólo pesa mientras la cargues sobre tu espalda.
Porque lo efímero es vivir de ilusiones, la ilusión de que esa cosa se va a volver a producir. Que no hay nada que te deje con ganas para siempre, y que solo te quede el recuerdo.

Fin. Mayo de 2012.

Money

/ 26 de septiembre de 2011 /


De esas veces que te acuerdas, por casualidad. De cómo bajar la barra de desplazamiento hasta llegar a su letra, sobresaltarte cuando oigas el zumbido del móvil o el ordenador. De cómo sonreír subiendo al máximo los pómulos y cómo reírte de lo más absurdo, o lo más enternecedor. Aquellas palabras, aquellos momentos, aquellas tardes. Aquellos días.
Y ahora la realidad es otra, es distinta, es lejana. Piensas, ¿ha cambiado todo tanto? ¿Cómo es posible? ¿Qué habría pasado? Y repites el mismo gesto, la misma pregunta, el mismo movimiento, la misma mirada de susto, la misma palabra: miedo. ¿Qué es eso, una lágrima?
Lo echas de menos. Sentirte así. Pero, ahora tienes una pequeña oportunidad de ser feliz, y seguir caminando. Así que no te detengas. Ya lo sabes... todo pasa por algo.

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