Las oportunidades de ser feliz están contadas, limitadas, con fecha de caducidad y marcadas. O las encuentras, las disfrutas y las recuerdas por mucho, mucho tiempo, o las dejas pasar. Por desgracia, esas oportunidades no son lucecitas de neón ni alarmas de incendio, y ni se ven desde las afueras de la ciudad cuando conduces por la carretera ni te avisan con antelación.
Pero aún así, y aunque sea un puto cliché, no sólo lo que voy a decir si no yo misma (en tu ansia, tu tormento, no hay nada original), lo cierto es que soy del tipo de persona que cree que las cosas importantes pasan cuando eres joven. Y que luego sólo queda angustia y dolor.
Marcy Playground
Opium
MA-ÑA-NA
1 coliflores:
Me chifla tu blog!!
Publicar un comentario