Jaque mate

Lo más triste de las despedidas es que da igual cuánto queramos retrasarlas, es el final no escrito de la vida. Y más vale aceptarlo, más vale hacerse a la idea desde el principio de la novela. Lo más triste de las despedidas es cuando decides llevar tú la iniciativa, cuando te das cuenta de que la nostalgia sólo pesa mientras la cargues sobre tu espalda.
Porque lo efímero es vivir de ilusiones, la ilusión de que esa cosa se va a volver a producir. Que no hay nada que te deje con ganas para siempre, y que solo te quede el recuerdo.

Fin. Mayo de 2012.

She's just a girl

/ 30 de mayo de 2011 /
Odio el frío en invierno, y el calor en verano, pero aún así, al primero he empezado a amarlo. ¿Sabes? Cosas de los recuerdos. Sin embargo, amo la sensación de sentirme calentita bajo una manta con una taza de chocolate o un simple vaso de leche. Una acción típica que te hace sentir bien e incluso segura. Al contrario que a mucha gente, me gusta la lluvia. La sensación de mojarse, es única.


Bert Sommer - She's just a girl



Soy orgullosa, demasiado, pero en ocasiones he aprendido a comérmelo. Sincera y excesivamente reflexiva, demasiado. Hago cosas de las que luego debería arrepentirme, pero nunca lo hago. No dejo que nadie me diga lo que tengo que hacer y mucho menos si no es con cariño o con amor. Perdono mil veces a las personas que quiero. En el tema sentimientos, soy egoísta, jamás los desvelo. También soy hipócrita con ellos. Pienso ciertas cosas en el campo del amor y hago lo contario. Sabrás si confío en ti si alguna vez me has visto llorar. Me cuesta un mundo decir te quiero y solo lo diré si lo siento. Valoro que la gente confíe en mí y sobretodo que me cuenten sus problemas. Lo que más aprecio de esta vida es la ironía. Si no tienes humor, no estás vivo. Te dará una fuerza colosal, sobretodo si aprendes a reírte de ti mismo. Las personas no saben cuando hablo irónicamente o en serio. Lo amo. Sus caras. Caminar por la calle y comenzar a bailar. Buscar el sol cuando lo tapan los árboles. No soporto ir a la playa y no bañarme. Flotar en el mar y lanzar bolas de arena. Jugar con las olas. Salir del agua y notar como se seca y se tuesta la piel. Me gustan los atardeceres. Su luz. Tumbarse y mirar las estrellas. Atrapo pequeños momentos. Me agradan las reuniones familiares, antes de que empiecen. Me gusta escuchar las conversaciones de mayores sin abrir yo la boca, simplemente escuchar. Adoro el negro, prefiero los colores claros y vivos. Me gusta toda clase de comida, sobretodo la asiática. No se comer con palillos por miles de veces que lo haya intentado. Odio la ensalada de alubias y tampoco me entusiasman las patatas fritas. Si no consigo algo no me rindo. 




Me decepcionan si me mienten una y otra vez. Si te conozco suficiente es difícil que me mientas. Odio a las personas falsas y que critican por envidia. Viajar. La mejor forma, ir en tren, con un buen libro y la música que te guste. Mirar por la ventanilla. Disfruto yendo en coche con las ventanillas bajadas, despeinarme. Cantar y bailar ridículamente. No me gusta dormir demasiado. Me da rabia perderme el día. Me gusta que me cojan de la cintura. Que me besen sin venir a cuento. Besos dulces en el cuello. Jamás beso por obligación y siéntete afortunado si alguna vez lo hago así porque sí. Caminar descalza sobre la hierba mojada. Alucino con algunos paisajes. Me enamora perderme en cualquier sitio y buscar sola o en compañía el camino. Me satisface hablar con alguien en otro idioma. Me agrada despertarme a mitad de la noche y saber que puedo seguir durmiendo, encender el móvil y ver que alguien me llamó a las tantas de la madrugada, el abrazo interminable de un amigo. Disfruto peleando con mis hermanas mientras corremos por toda la casa. Me gusta comer sola, que se me hagan las tantas de la madrugada hablando con algún amigo, que me traigan un regalo de algún viaje, aprender cada día algo más, saber que el tiempo será lo que yo haga de él. Me enloquece contagiarme del acento de cualquier persona de fuera, que alguien me diga sinceramente “te echo de menos”, la simple sonrisa de un niño pequeño, oler la ropa recién lavada, llorar con una buena película, oler una flor que me han regalado, mirar a alguien y que me devuelva la mirada con una sonrisa. Echo de menos una buena conversación por Internet con alguien lejano. Me sienta bien un día frío en la playa, abrigada. Me divierte y me enseña una buena conversación sobre sexo. Me agoniza esperar a que me llame una persona toda una tarde, pero vale la pena cuando por fin lo hace. Me alegran las reconciliaciones. Me agrada decir la misma palabra en el mismo momento que alguien. De vez en cuando, recuerdo algo, me río y la gente se me queda mirando. Ese es el mayor placer, reírse.




Y, y recorde aquel viejo chiste. Aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice: 'doctor, mi hermano esta loco, cree que es una gallina' y el doctor responde: '¿pues porque no lo mete en un manicomio?' y el tipo le dice: 'lo haria, pero necesito los huevos'. Pues eso es mas o menos lo que pienso sobre las relaciones humanas, ¿sabe?. Son totalmente irracionales, y locas, y absurdas; pero supongo que continuamos manteniendolas porque la mayoria necesitamos los huevos.

0 coliflores:

 
Copyright © 2010 melt, All rights reserved