Jaque mate

Lo más triste de las despedidas es que da igual cuánto queramos retrasarlas, es el final no escrito de la vida. Y más vale aceptarlo, más vale hacerse a la idea desde el principio de la novela. Lo más triste de las despedidas es cuando decides llevar tú la iniciativa, cuando te das cuenta de que la nostalgia sólo pesa mientras la cargues sobre tu espalda.
Porque lo efímero es vivir de ilusiones, la ilusión de que esa cosa se va a volver a producir. Que no hay nada que te deje con ganas para siempre, y que solo te quede el recuerdo.

Fin. Mayo de 2012.

Echoes - Live at Pompeii

/ 8 de mayo de 2011 /


¿Pero por qué es tan jodidamente sublime?  ¿Por qué? Dios, raya la perfección; no, más, más que eso. Mucho más. Muchísimo más. ¿Se puede tocar el cielo? Y no me refiero a esas mierdas modernas de ahora, esas frases fáciles y edulcoradas para adolescentes en busca de un príncipe azul a caballo de una Yamaha o una Honda, que las lleve a la playa y les haga el amor dulcemente. Por favor, no. Hay que ser realistas. ¿Existe ese tipo de chico? Sinceramente, me importa un bledo, querida, como le gustaba decir a mi siempre ilustrativo Wilde



¿Wilde? ¿O era Lo que el viento se llevó? Esto de citar a grandes clásicos sólo trae confusiones...
Supongo que sí que se puede tocar el cielo.
Con esta gente lo inusual sería no tocarlo.




Éste es Seamus, el perrito que "utilizaron" en las grabaciones de algunas de las cnaciones del Live at Pompeii, que podría decirse que fue el mejor momento de Pink Floyd, su máximo esplendor. El apogeo. La hegemonía.



Cada vez me resulta más complicado decidir cuál de todas sus composiciones se ciñe a mi favorita, de toda su carrera. Sinceramente, cuando oigo Echoes, se me eriza el vello. Sé que utilizo siempre la misma palabra, pero sí, es fantástica, como una guitarra que no hace falta que sea afinada. Simplemente maravillosa. Una composición tan extensa y de tal calibre sólo puede ser conseguido por ellos, claramente. Sin duda alguna, son mis ídolos.



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