Jaque mate

Lo más triste de las despedidas es que da igual cuánto queramos retrasarlas, es el final no escrito de la vida. Y más vale aceptarlo, más vale hacerse a la idea desde el principio de la novela. Lo más triste de las despedidas es cuando decides llevar tú la iniciativa, cuando te das cuenta de que la nostalgia sólo pesa mientras la cargues sobre tu espalda.
Porque lo efímero es vivir de ilusiones, la ilusión de que esa cosa se va a volver a producir. Que no hay nada que te deje con ganas para siempre, y que solo te quede el recuerdo.

Fin. Mayo de 2012.

Blanca

/ 9 de marzo de 2012 /

Se retorcía amargamente sobre las sábanas. Gritos. Lágrimas. Sangre. Desgarrones a lo largo de brazos y ropa. Tétricos, dos grandes manchas oscuras cubriendo ambas cuencas oculares. Chillidos, profundos, infrahumanos. Blanco calavera. Blanco infernal. Blancómo has llegado hasta aquí, si dijiste nunca más, que lo dejabas, que te querrías más. Blanco mentira. Blandecadencia. Blancas promesas. Jurabas ser distinta, diferente, llegando hasta lo más profundo de mi mente. Quién sabrá lo que sueñas, razón por la que vuelvo a verte. Blanca, hermosa, perfecta, la razón por la que permanezco fiel.
Blanca, eres tan cruel.

Siempre hay cuchillos en el cajón

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