Jaque mate

Lo más triste de las despedidas es que da igual cuánto queramos retrasarlas, es el final no escrito de la vida. Y más vale aceptarlo, más vale hacerse a la idea desde el principio de la novela. Lo más triste de las despedidas es cuando decides llevar tú la iniciativa, cuando te das cuenta de que la nostalgia sólo pesa mientras la cargues sobre tu espalda.
Porque lo efímero es vivir de ilusiones, la ilusión de que esa cosa se va a volver a producir. Que no hay nada que te deje con ganas para siempre, y que solo te quede el recuerdo.

Fin. Mayo de 2012.

What I say

/ 19 de octubre de 2011 /

Con ese dulce contoneo, esos pasos ligeros pero decididos. Sonríes de frente al espejo y te revuelves el pelo. Un par de tacones es demasiado arriesgado para esta noche y optas finalmente por esas manoletinas con paillettes de la esquina, mil veces más cómodas. Un poco de pintalabios. Un poco de delineador. Un poco de perfume. Un poco... bastante más de autoestima. "Cielo" piensas, "hoy nos vamos de fiesta". La noche es joven y de momento nada va a detenerte. Si quieres comerte el mundo, cómetelo. Mañana ya será otro día, será la misma rutina y todo volverá a la normalidad, pero mientras puedas evadirte, aunque tan sólo por unas horas, de ese ajetreo y monotonía irrefrenable, hazlo. Do it, baby. You're free!


Haciendo un repaso general de lo que es y no es, del tiempo, de aquello que sucede y de esos pequeños retazos que quedarán reservados al futuro, con una dulce versión acústica de "No puedo estar sin tí", he reflexionado sobre lo que escribo, y su trascendencia posterior en las personas. Es decir, este blog no es público, por así decirlo, en el sentido de que aunque lo comparto con el mundo, no hago lo propio con mi entorno (mis amigos, familiares, and so on), pero seamos realistas... Que sí, que algunos sí saben de su existencia, de la misma manera que yo sé que de tanto en tanto, se pasan a observar mis reflexiones y, en mayor medida, mis cambios de humor. 
Pues bien, a eso último me refería. A los cambios de humor. Este espacio fue creado como método de expresión, ya que me cuesta muchísimo hablar con las personas de mis cosas, además de que no suelo confiar demasiado en la gente, por norma general, ni aunque se traten de amigos de hace muchos años o que me hayan contado sus secretos más ocultos. Parece ser que mi subconsciente no lo cree suficiente. En fin, que me ando por las ramas. Que me enfado, me enfado demasiado en ocasiones. Me hundo, decaigo, me deprimo hasta el punto de que las palabras que me apetecen gritar contínuamente son "me quiero morir". Tergiverso las reacciones, opiniones y situaciones, montándome películas absurdas que me hacen sufrir como nadie. Por eso... por eso vengo al blog, porque así redacto estas sensaciones y así me puedo dar cuenta de cuñan equivocada estaba. Puede que sea justo cuando termino de escribirlo, o un par de días después, pero ya ha quedado documentado, y eso es lo que de verdad importa. 
El problema, es cuando esas personas lo leen. No es el hecho de que lo lean, sino de que puedan zambullirse en tus pensamientos, aquellos que la mitad de veces resultan inconexos y sin sentido, por lo menos, sino sabes leer entre líneas toda esa información oculta. ¿Qué se esconde tras esos llantos, tras ese invierno, tras esas rocas, tras ese Rock n' Roll Suicide, esa canción de Coldplay o una balada de Don McLean? Hay que conocer, hay que saber. Hay que vivir demasiados detalles que pasan desapercibidos en el día a día, pero que marcan la diferencia entre un "esto es pura rutina" o un "al fin llegó Noviembre". 
Otras reflexiones es que la calidad de los textos decae progresivamente, o que carece que sentimientos. ¿Sabes? Lo peor es que si eso es cierto, habría que tener en cuenta... una nimiedad, vamos, una chorrada... Para escribir bien, busca el dolor: revuelve entre tus recuerdos, quítale las costras a las viejas heridas y sangra, llora; llora líneas, llora párrafos. En fin, creo que es suficiente por hoy. 
PD: Sigue bailando.

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