- Yo sí.
- ¿Y cómo te encuentras?
- No lo sé.
- Estás... ¿triste?
- Estoy ausente.
- Estas cosas pasan...
- Sé que no es el fin del mundo ni mucho menos. No voy a decir que no me importa, pero la verdad, no me afecta directamente.
- ¿Directamente?
- Esto suele desencadenar algunos "añadidos" que me afectan.
- Es decir, ¿que no es por él?
- No tanto.
- Bueno, entonces bien, ¿no?
- Nadie dijo nunca mal.
- Tampoco bien.
- "Ausente".
- Cada vez que dices "ausente" o que tienes angustia empieza a sonar una alarma de incendios.
- Quiero estar sola, Javi.
- Irene.
- De verdad.
- No comes.
- No tengo hambre. Solo me apetece estar un poquito sola, de verdad.
- No me gusta verte así.
- Sólo sé estar así.
- ¿Es por eso que siempre estás dando vueltas y que no le dices a nadie, para variar?
- Sí.
- ¿Quieres un abrazo?
- Sí.
- Tienes que hacer algo...
- Quiero estar sola, Javi.
- Irene.
- De verdad.
- No comes.
- No tengo hambre. Solo me apetece estar un poquito sola, de verdad.
- No me gusta verte así.
- Sólo sé estar así.
- ¿Es por eso que siempre estás dando vueltas y que no le dices a nadie, para variar?
- Sí.
- ¿Quieres un abrazo?
- Sí.
- Tienes que hacer algo...
0 coliflores:
Publicar un comentario