Vamos a buscar razones por las que seguir adelante. Vamos a buscar crema solar para que no nos abrasemos e insecticidas que se carguen a esas insoportables chicharras. O mejor, vamos a disfrutar mientras podamos de nuestras quemaduras y de ese rasgar de patas, porque mientras siga sonando y matándonos a migrañas, significará que aún queda verano, y días por exprimir.
No se puede vivir esperando eternamente una respuesta, ni tampoco puedes exigirla a tus preguntas. En ocasiones, tenemos que escoger entre lo que parece correcto y lo que deseamos hacer. Puedes seguir a tu conciencia, dejarte llevar por unos sentimientos o actuar con lógica y sentido común. Es posible que estas opciones coincidan alguna vez, pero son raras esas situaciones, se dan poco.
No hay una norma ni una regla ni una pista general que nos diga cuál es la manera de actuar. Por suerte, o por desgracia.
Y también por suerte y por desgracia, para saber si es correcto o no, hay que seguir dos pautas. Una es arriesgarse a elegir una de ambas opciones. Y la otra es dejar pasar el tiempo.
Que lo bueno es bueno, pero lo mejor aún está por llegar.
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