Jaque mate

Lo más triste de las despedidas es que da igual cuánto queramos retrasarlas, es el final no escrito de la vida. Y más vale aceptarlo, más vale hacerse a la idea desde el principio de la novela. Lo más triste de las despedidas es cuando decides llevar tú la iniciativa, cuando te das cuenta de que la nostalgia sólo pesa mientras la cargues sobre tu espalda.
Porque lo efímero es vivir de ilusiones, la ilusión de que esa cosa se va a volver a producir. Que no hay nada que te deje con ganas para siempre, y que solo te quede el recuerdo.

Fin. Mayo de 2012.

Martio

/ 8 de marzo de 2011 /




Te echo de menos, niña tonta. Que nadie te haga sufrir, hay que ser fuertes, ¿de acuerdo?
Nada nos puede. Tú vales más.
No te confundas tampoco, créeme, a veces la imaginación nos juega nalas pasadas,
y los celos también. Que pase lo que tenga que pasar, cuando sea, como sea.
Pero lo que nos toca estos días es disfrutar y desconectar, adiós Tuenti, adiós móvil, adiós Adri.
¿Vale? Dis-fru-tar. Tres sílabas.
Tú tienes carácter, ¿dónde está? ¿Se ha esfumado? ¡No dejes que se esfume!
No permitas que nadie te haga sentir mal, si no quieres.
Seguro que suena a lo típico que dicen las amigas, pero sabes que yo estoy aquí, para que me cuentes
todo lo que piensas, para que me digas cómo te encuentras, para comentarme lo que hablais,
cómo te sientes. Creo que es lo menos que puedo hacer.

Y tranquila. Todo pasa. Se suele llamar a esto mala racha.
Y, ¡ah!
Si quieres desconectar,
yo te guardo la BlackBerry.

A la más friki del lugar.
Te quiero.

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