Jaque mate

Lo más triste de las despedidas es que da igual cuánto queramos retrasarlas, es el final no escrito de la vida. Y más vale aceptarlo, más vale hacerse a la idea desde el principio de la novela. Lo más triste de las despedidas es cuando decides llevar tú la iniciativa, cuando te das cuenta de que la nostalgia sólo pesa mientras la cargues sobre tu espalda.
Porque lo efímero es vivir de ilusiones, la ilusión de que esa cosa se va a volver a producir. Que no hay nada que te deje con ganas para siempre, y que solo te quede el recuerdo.

Fin. Mayo de 2012.

Un tímido bicho raro de insolente prolijidad

/ 24 de febrero de 2011 /
El descuido. Perdí a mi viejo amor. Empecé a beber. Lo primero que sé es que estaba en una partida de cartas. Luego, caigo en que es un juego de mierda. Desperté en un billar. Una mujer mexicana enorme me arrastra fuera de la mesa, me lleva a Philadelphia. Me deja en su casa y todo arde en llamas. Acabo en Phoenix. Consigo trabajo como Chino. Empiezo a trabajar en una tienda de baratijas y me mudo con una chica de trece años. Después esta mexicana enorme de Philadelphia llega y enciende fuego la casa. Me voy a Dallas. Consigo trabajo como “antes,” en una publicidad de dietas; el “después” era Charles Atlas. Me mudo con un repartidor que cocina unos chiles y unos hotdogs fantásticos. Después, esta chica de trece años de Phoenix llega y enciende fuego la casa. El repartidor –no era tan bondadoso- le da a ella un cuchillo y lo próximo que sé es que estoy en Omaha. Hace mucho frío; por entonces ya estoy robando mi propia bicicleta y friendo mi propio pescado. Tengo un golpe de suerte y consigo trabajo como carburador en las carreras de coches de los jueves por la noche. Me mudo con una profesora de secundario que trabaja a la vez de fontanera y a la que no hay que prestar mucha atención, aunque fue capaz de construir un nuevo tipo de refrigerador que puede convertir el periódico en lechuga. Todo va bien hasta que el repartidor aparece y trata de acuchillarme. No es necesario decir que también quemó la casa y que yo me hago al camino de inmediato. El primer tipo que me levanta me preguntó si quería ser una estrella. ¿Qué podría decir?






¿Y así fue como te convertiste en cantante de rock n' roll?
No, así fue como contraje la tuberculosis.

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