
¿Por qué ahora no me quiere hablar? ¿Qué pasa aquí? ¿Qué he hecho?
Gracias, de verdad, me encanta no saber porqué coño me tiene que pasar esto a mí. Creo que ya he sufrido bastante estos dos putos días, y no sé si querré soportarlo más tiempo. No, joder, no no. Maldita impotencia, qué asco, el no poder hacer NADA, porque no puedes, sólo esperar a qué, ¿a que haga algo? ¿A que decida? ¿A que me deje tirada? Bien, eso ya sé que va a pasar. Pero no sé, el caso es cuándo. Y este fin de semana será el decisivo, en el que se decantará por desvelármelo, por... por decirselo a Joe.
Es triste esperar algo que ya sabes de sobra. Es una putísima mierda.
0 coliflores:
Publicar un comentario