Jaque mate

Lo más triste de las despedidas es que da igual cuánto queramos retrasarlas, es el final no escrito de la vida. Y más vale aceptarlo, más vale hacerse a la idea desde el principio de la novela. Lo más triste de las despedidas es cuando decides llevar tú la iniciativa, cuando te das cuenta de que la nostalgia sólo pesa mientras la cargues sobre tu espalda.
Porque lo efímero es vivir de ilusiones, la ilusión de que esa cosa se va a volver a producir. Que no hay nada que te deje con ganas para siempre, y que solo te quede el recuerdo.

Fin. Mayo de 2012.

¿qué coño pasá?

/ 4 de febrero de 2011 /

¿Por qué ahora no me quiere hablar? ¿Qué pasa aquí? ¿Qué he hecho?
Gracias, de verdad, me encanta no saber porqué coño me tiene que pasar esto a mí. Creo que ya he sufrido bastante estos dos putos días, y no sé si querré soportarlo más tiempo. No, joder, no no. Maldita impotencia, qué asco, el no poder hacer NADA, porque no puedes, sólo esperar a qué, ¿a que haga algo? ¿A que decida? ¿A que me deje tirada? Bien, eso ya sé que va a pasar. Pero no sé, el caso es cuándo. Y este fin de semana será el decisivo, en el que se decantará por desvelármelo, por... por decirselo a Joe.
Es triste esperar algo que ya sabes de sobra. Es una putísima mierda.

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