Infusiones.

De acuerdo, nos guardaremos el rencor en bolsitas de té, nos aguantaremos, los esconderemos en cajitas de packs de seis, nos aguantaremos.
Miraremos dónde es el mejor sitio para ocultarlas, mantenerlas lejos de las miradas indeseadas. Nosaguantaremos. Las meteremos al fondo del último armario de la habitación del final del pasillo, girando a la derecha. Y sí, nos aguantaremos.
Y sí, esperaremos nuestro jodido momento, hasta que cojan polvo, y entonces, oh, alguien llame a la puerta. Y, oh, sí, entonces entraremos a la habitación, abriremos los packs, cogeremos nuestras bolsitas de té y las pondremos en una tiana.
Y sí. Será el momento de reventar. Dulce, suave, cuidadosamente, dosificando nuestra rabia. Una infusión de rencor al limón.