Qué cosas tiene la vida.
Mañana es treinta y uno. Mañana será otro día ausente. Será algo distinto al de hoy, hoy habrán conversaciones, palabras, risas, como siempre. Como siempre, eso suena a rutina, pero, si es esta rutina, qué voy a decir, me encanta poder vivir durante un tiempo en esta utópica monotonía que ralla la perfección. ¿Monotonía perfecta? Me sabe a paradoja, a combinación explosiva. Un extraño paladeo agridulce.
¿Esto es felicidad? Debe ser algo aproximado, sí. No sé, es extraño, a veces te comería y otras veces me gustaría que no hubieras aparecido nunca, porque eres tan distinto, eres tan diferente a aquellos que he conocido. Sí, lo sé, lo sé, es lo que buscaba, de acuerdo, de acuerdo, pero no sé si había tenido en cuenta este pequeño contratiempo cuando formulé las palabrejas mágicas. Oh, era perfectamente perfecto, es decir, imposible. Imposible, o quizás ahora mejor dicho, improbable, prácticamente infactible. Todo suena enrevesado e incomprensible, es posible, pero la realidad es así. Quería algo improbable, y cuando aparece... ¿lo quiero? No lo sé.
Tengo miedo, no sé porqué. Pero sé que tengo miedo, a que ocurra como siempre. Como siempre, siempre, siempre. Mmmff...
NS/NC.
0 coliflores:
Publicar un comentario